Del Juventud Infantil de Micaela Lavalle de Mejia, al Junior de la familia Char han transcurrido 100 años de historia.

Aquella matrona fundó lo que hoy es la divisa deportiva más importante del Caribe colombiano para que sus tres hijos: Marcos, Gabriel (‘Vigorón’) y Juan desplegaran su pasión por el fútbol, la cual era coartada en el Juventus, equipo donde no tenían ninguna oportunidad de figurar.

Fuad Char, el patriarca de una familia de origen sirio, llegó al Junior en 1972 por una invitación del directivo Alberto Mario Pumarejo, asumió la presidencia en 1977, conquistó las dos primeras estrellas, y con el paso de los años no sólo contagió del fervor juniorista a su esposa Adela Chaljub y a sus hermanos, sino a sus hijos: Antonio, Alejandro y Arturo. Antonio y Arturo fueron presidentes y Alejandro, pese a no hacer parte de la directiva, siempre ha estado cerca y ha influido notoriamente en varios fichajes importantes en los últimos años.

A Micaela le tocaba hacer todo tipo de malabares para poder conseguir los uniformes que ella misma lavaba a mano para tenerlos listos para la competencia. La indumentaria del Junior de hoy es confeccionada por una marca reconocida internacionalmente como Adidas.

Aquel modesto Juventud Infantil, fundado el 7 de agosto de 1924 en inmediaciones de la Calle de las Vacas (calle 30) con carrera 32, más conocida como callejón de Buen Retiro, entrenaba por la noche en el estadio Moderno.

El reconocimiento a Micaela Lavalle como precursora de lo que hoy es Junior le llegó muchos años después de haber dejado este mundo, pero está presente en todos los partidos de local del equipo rojiblanco a través de una pancarta que le rinde tributo con la leyenda “Gracias Micaela por este amor tan insoportable”, con un busto ubicado en el monumento Ventana de Campeones y el proyecto de Museo Rojiblanco que lleva su nombre.

Junior es una institución robusta financieramente, gracias a la inyección económica del Grupo Olímpica, a sus últimas participaciones en torneos internacionales y a las transferencias de Luis Díaz y Miguel Ángel Borja, quienes siguen brillando en Inglaterra y Argentina, respectivamente.

Desde 1966, año en que reapareció en el fútbol profesional colombiano, Junior se ha destacado por pelear los primeros lugares en todos los campeonatos. Ha sido 10 veces campeón de Colombia, pero también ha tenido momentos difíciles, como aquel entre 2006 y 2008, cuando sufrió cinco eliminaciones consecutivas y estuvo al borde de irse al descenso.

Julio Comesaña, el técnico más ganador, que también fue campeón como jugador, en 1977, lo rescató de ese infierno y una década después lo llevó a pelear su primera final internacional, la Copa Sudamericana de 2018 contra Athletico Paranaense, la cual perdió por tiros desde el punto penal, en el Arena Baixada de Curitiba.

Iván René Valenciano es su máximo artillero con 166 goles, pero cada vez tiene más cerca a Carlos Bacca, quien ya acumula 121 gritos. Sebastián Viera es el jugador que más partidos oficiales ha disputado (638) con el equipo erigiéndose como un auténtico ídolo, honor que comparte con figuras de talla de Dida, Víctor Ephanor, Juan Ramón Verón, Carlos Valderrama, Víctor Danilo Pacheco, Giovanni Hernández y Teófilo Gutiérrez, entre otros.

El ‘Pibe’ y Giovanni sólo fueron campeones en Colombia con el equipo barranquillero. Ambos como capitanes y en dos ocasiones. Del ‘Pibe’ nunca nadie va a olvidar el pase magistral para Oswaldo Mackenzie que le dio al Junior la tercera estrella, ni los goles de tiro libre y de gran factura de Giovanni.

‘Niche’ Guerrero vivirá para siempre con su doblete en ese inolvidable partido contra América, en la final del 93, y Carlos Bacca con sus goles en todas las finales que jugó contra La Equidad, Once Caldas y Medellín.

El Juventud Infantil que creó Micaela, que pasó a ser Juventud Junior y después solamente Junior, que creció con el ‘Flaco’ Meléndez, primer técnico que tuvo en el profesionalismo, el del ‘Puchero’ Varacka, el  ‘Caimán’ Sánchez, Delménico, Bolaño, Dulio, Berdugo, Toto Rubio, el ‘Zurdo’ López, Édgar Perea, Fabio Poveda y tantas otras leyendas, el mismo que Fuad Char definió como “un hijo más”, cumple 100 años de existencia siendo un símbolo irrefutable de Barranquilla.